De acuerdo a la Organización de Mundial de Salud (OMS) más de 55 millones de personas sufren demencia en el mundo y se estima que al 2030 serán 78 millones y al 2050 más de 139 millones. A esto se suman los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Federación Internacional de Asociaciones de Alzheimer (ADI), que afirman que cada tres segundos una persona desarrolla Alzheimer. Estos reveladores indicadores ponen en alerta a la salud de las personas de la tercera edad, por lo que resulta importante una detección temprana de esta enfermedad, pero sobre todo saber cómo afrontar la situación, toda vez que al momento no existe oficialmente la forma de revertirlo.
En este sentido, recientemente un equipo internacional liderado por el The Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) informó que ha descubierto que los biomarcadores en plasma p-tau231 y p-tau217 pueden mostrar los primeros indicios de acumulación de amiloide en el cerebro, lo que ayuda a impulsar ensayos clínicos sobre la fase preclínica del Alzheimer. Este estudio fue publicado en Nature Medicine y nos arroja luz temprana sobre esta enfermedad que afecta a un segmento de la población.
Es por ello que también podemos estar alertas ante algunos indicios tempranos que nos avisan del inevitable advenimiento del Alzheimer.
1. La fragilidad de la memoria
Si bien la perdida de la memoria es el rasgo más característico del Alzheimer, de manera temprana podemos darnos cuentas de algunos indicios que pueden darnos la alerta a nosotros o a nuestro entorno. Es así que la dificultad de recordar eventos que antes recordábamos con facilidad, la imposibilidad de concentrarnos o de completar las tareas diarias en el hogar o en el trabajo, el continuo olvido de las palabras al hablar, ya debería ser motivo para considerar hacernos los estudios correspondientes.
2. Disminución o pérdida de juicio
Es bastante común que las personas con Alzheimer pueden experimentar ciertos cambios en su juicio, lo que le llevan a tomar desafortunadas decisiones. Un ejemplo es que en una transacción financiera realicen malos cálculos o no sean consciente del valor del dinero que entreguen. También puede que presten menos atención a su aseo personal.
3. Cambios de humor o personalidad
Otro indicio es que el humor y la personalidad de las personas pueden ir cambiando gradualmente, llegando a estar confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Además de una irritabilidad frente a su familia, amigos o entorno laboral.
Apoyo de la familia
Cuando un familiar es detectado con principios de Alzheimer, la familia es un pilar fundamental para encarar la situación. Si bien en etapas tempranas de la demencia, una persona puede mantener su independencia y necesitar poca atención, pero a medida que la enfermedad avanza los cuidados tienen que intensificarse.
De acuerdo a la guía para familiares con Alzheimer de la Fundación Reina Sofia, cuando convivimos con una persona con esta enfermedad debemos poner especial atención en el entorno que rodea al paciente. En el entorno del hogar tendremos que realizar algunas adaptaciones en la cocina, el baño y el dormitorio, con tal de evitar que el paciente se lesione o tome algunos utensilios peligrosos.
Adaptaciones del hogar
Adaptaciones generales: evitar tener muchos objetos decorativos en los estantes; esquinas de los muebles redondeados o con protectores para evitar lesiones; colocar protectores en los enchufes; buena iluminación del hogar; luces con censor de movimiento.
Adaptaciones de la cocina: usar sistemas de cierre en los armarios para que la persona no acceda a los alimentos, si se trata de un enfermo que come de manera ansiosa; cerrar los armarios que tengan productos tóxicos, medicinas y objetos punzantes o cortantes; colocar en las patas de las sillas protectores antideslizantes.
Adaptaciones del dormitorio: poner la cama a una altura media para que facilite la incorporación de la persona; camas regulables en altura y posición; colchón firme, que no se hunda; luz tenue continua en la noche para que no se desoriente al despertar; armarios colocados por prendas y con señalización. Adaptaciones del baño: suelos antideslizantes; barras cerca de la ducha e inodoro para sujetarse; grifos diferenciados por colores para agua caliente o fría; quitar los espejos en fases avanzadas; eliminar cerrojos o utilizar tipo botón para que se abra desde afuera.