No van al colegio desde hace más de 130 días. Intercalan las clases virtuales con el celular, la música, la TV, el sillón y algunas lecturas esporádicas. Además de sobrellevar este drástico cambio, los adolescentes deben batallar con sus propios cambios hormonales y, con un nuevo hábito que, sin duda, impacta sus vidas: el verse privados de compartir con sus amigos.
Lo que parecía una crisis sanitaria que la ciencia iba a superar con facilidad, se convirtió en un problema psicosocial difícil de soportar tanto para ellos como para sus progenitores y hermanos. “Cuando le digo que limpie su cuarto o lave su ropa se molesta mucho. Más que antes. Y si le digo que deje su celular se molesta más. Me preocupa mucho”, explica Mónica Inturias, madre de un joven de 16 años que intercala su trabajo como profesora de kínder con el rol de madre.
Una encuesta realizada por Gasol Foundation a más de 442 adolescentes de seis países de Europa (291 adolescentes expuestos al confinamiento y 151 no) (Ver Aquí) expresa que, durante la pandemia, el tiempo dedicado a la actividad física ha sido menor que antes; sin embargo, el tiempo dedicado a las pantallas se incrementó en 1 hora más al día, respecto a los fines de semana.
Así también, otra encuesta online realizada por la ONG Educo a más de 3.000 niños y adolescentes ente los 6 y 18 años de El Salvador, Nicaragua y Bolivia (ver aquí) identificó que, cinco de cada diez muchachos extrañan “ir al colegio” y ver a sus amigos y amigas”.
¿Qué hacer? Yadilca Coa, educadora con más de 15 años de experiencia en la elaboración de proyectos participativos y facilitadora motivacional en múltiples empresas en Bolivia, recomienda cinco consejos para mejorar la relación de padres con hijos adolescentes y no fracasar en el intento:
- ¡Padres e hijos escúchense con atención! Los adolescentes sufren y, muchas veces no lo expresan abiertamente o lo camuflan con diversas actitudes. Escuchar de manera asertiva a nuestros hijos, quiere decir, según explica Coa, entender su situación y responder sin necesidad de enojarnos ni lastimarnos. Padres e hijos tienen necesidades, y no porque sean ‘hijos’ vamos a desmerecerlas. Y la manera de saberlo es expresarles con nuestras palabras y actitudes una apertura para escuchar. “Tenemos que crear un equipo fuerte en la familia de padres e hijos”. El hecho de estar en casa por más tiempo que antes, sumando a esto el estrés que conlleva la cuarentena, puede desencadenar en comportamientos erróneos y problemas familiares complejos. Por esto, la comunicación abierta y clara nos permitirá bajar la ansiedad y saber qué hacer frente un conflicto.
- Realicen actividades conjuntas como si fuesen un equipo: Coa sugiere planificar tiempos de calidad en familia. “Miren una película juntos, cocinen algo, limpien el jardín, armen rompecabezas o realicen cualquier otra actividad que fortalezca el vínculo de amor, de amistad, el respeto y el simple hecho de saber que están en las buenas y en las malas”. Muchas veces, cada uno se concentra en sus propias actividades, según narra Coa, y se olvidan de trabajar como si fuesen un equipo del cual dé gusto pertenecer y apoyar.
- Minimicen el tiempo de ocio: Un estudio realizado por la organización Commo Sense (Ver aquí) media con 2.600 jóvenes entre 10 a 18 años en 2017 en Estados Unidos muestra que en promedio, un adolescente pasa nueve horas al día consumiendo diferentes medios para su entretenimiento (videos, música, redes, etc.). Coa asevera que “Estos son tiempos de ocio muerto o poco productivos”. Sugiere que, como padres, vean los intereses de sus hijos e inviertan tiempo y recursos para que ellos refuercen estas habilidades. “Por ejemplo cursos virtuales en gimnasia, artes marciales, música, fotografía u otras actividades que tengan efectividad en su crecimiento, desarrollo y aprendizaje”, sugiere.
- ¡Cuidado con las horas de sueño! Debido a la reducción de algunos deberes por la cuarentena, muchos adolescentes se están habituando a acostarse muy tarde y de levantarse también tarde. Esto, según Coa, además de afectar el sistema inmunitario, puede reducirle las energías y llevarlos a tener más cambios de humor. Daniel Pérez, director de la Clínica del Sueño del Hospital Austral (Argentina) indicó que los adolescentes deberían mantener las horas de sueño del periodo escolar para mantener una misma rutina en el cuerpo ((Ver aquí)
- Evite la información ‘basura’ en casa y en su vocabulario: “Nunca será la situación como antes” “Tantas muertes diarias” “No saldremos de esta”, si en su hogar se repiten frases como esta, tenga mucho cuidado: afectará el estado de ánimo de su hijo adolescente. “Si mira noticias negativas todos los días alimentará su vida de esto y, sin duda, llevará estrés a su familia”, comenta Coa. La información negativa que recibimos a diario, sin duda, alimenta los miedos, la inseguridad y se traslada al cuerpo bajando así nuestro sistema inmunológico.