El asma, provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen, eso las hace muy sensibles y pueden reaccionar fuertemente a aquellas cosas a las que la persona es alérgica o encuentra irritante. Cuando las vías respiratorias reaccionan, se estrechan y los pulmones reciben menos aire, esto hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
El asma puede ser tratado con dos tipos de medicamentos: medicina para el alivio rápido para detener los síntomas y medicina para el control a largo plazo para la prevención de síntomas.
A continuación presentamos algunos consejos para controlar el asma:
1.- No fumar
La acción del humo del tabaco, combinada con la de la nicotina en el cuerpo humano, es potencialmente mortal. Cuando hay un diagnóstico de asma es imprescindible dejar el tabaco.
Ser fumador pasivo también es dañino. Permanecer en una habitación con alguien fumando no solo equivale a respirar aire contaminado, sino que las prendas se impregnarán del humo, y se continuará con el riesgo, en cualquier lugar.
No fumes y aléjate de los ambientes con humo. El tabaco es uno de los desencadenante del asma, porque incrementa la inflamación bronquial. Por lo tanto, no fumes y tampoco permitas que lo hagan cerca de ti.
2.- Limpieza y orden en el hogar
Evita los alérgenos que más te afecten. Debes mantener tu entorno libre de las sustancias que pueden empeorar tu asma, como el polvo, los ácaros, hongos o el pelo de los animales.
Asimismo, las prendas, mantas, y sábanas se deben quitar y aspirar regularmente para evitar el asma y sus efectos.
Los alimentos deben permanecer perfectamente almacenados y lejos de los dormitorios. Las cucarachas y los roedores son dos agentes detonantes de crisis asmáticas, además de insalubres desde cualquier punto de vista.
También hay que reducir al mínimo la humedad. El moho y los hongos son elementos que juegan en contra de cualquier persona con asma.
3.- Hacer ejercicios y cuidar la alimentación
El ejercicio no está contraindicado en casi ningún caso para quienes sufren el asma. Hay que tomar ciertas precauciones, como evitar jugar al fútbol en campos cuyo césped haya sido recientemente podado.
Antes de iniciar cualquier actividad física, se debe cumplir con una rutina de calentamiento. El cuerpo debe adecuarse poco a poco al esfuerzo al que se someterá.
Al finalizar el ejercicio, también es importante realizar una rutina de relajación, para que la respiración recupere su ritmo normal de manera progresiva.
Realiza ejercicios respiratorios habitualmente. Aprende y practica de manera regular ejercicios que te ayuden a controlar la respiración y la ansiedad cuando llegue una crisis.
Sí al deporte, pero con precaución. Que el asma no te limite a la hora de hacer deporte, debes saber que los deportes en ambientes húmedos como la natación o en salas cerradas y cálidas están más indicados para los asmáticos. Si sufres asma de esfuerzo, tu médico puede recomendarte una medicación específica.
4.- Toma todos los días tu medicación
Incluso aunque no sufras síntomas. Para lograr controlar tu asma y disfrutar de una buena calidad de vida, es muy importante que tomes la medicación que tu médico te haya prescrito en la dosis, frecuencia y duración indicadas.
Nunca abandones el tratamiento por tu cuenta. Comenta a tu médico cualquier duda que puedas tener sobre cómo seguirlo o tus posibles temores ante efectos secundarios -muy poco probables-, pero nunca dejes de tomar la medicación por iniciativa propia.
Consulta siempre a tu médico antes tomar nuevos fármacos. Nunca te automediques e informa a tu médico de nuevas prescripciones que otros especialistas hayan podido indicarte. En todo caso, comunica siempre a tu farmacéutico, dentista y médicos tu condición de asmático.
5.- Aprende a usar bien tu inhalador.
Los pasos son: abrir el dispositivo, prepararlo (agitarlo, rotarlo o cargarlo), vaciar tus pulmones de aire, bloquear la respiración, colocar el orificio del inhalador en la boca, inhalar a fondo, contener la respiración de cinco a diez segundos y volver a respirar con normalidad. Si el medicamento contiene corticoide, debes enjuagarte la boca al terminar.