Desde consultas médicas rutinarias hasta la detección del cáncer de mama, la Inteligencia Artificial puede convertirse en una aliada en el trabajo de los profesionales de la salud.
La Inteligencia Artificial (AI) está marcando hitos en el mundo. Múltiples sectores la están ocupando como asistentes virtuales para la redacción de artículos, como fuente de consulta para diversos temas, crear respuestas automáticas, simplificar procesos y sobre todo en la industria publicitaria, en el cine, la música y el entretenimiento. ¿Y la salud?
Ricardo Ruiz, médico dermatólogo y doctor en medicina en EE.UU., señala que la IA es una ayuda para los profesionales de la salud porque, por ejemplo, en el caso del Chat GPT, puede ayudar a la persona a entender los informes médicos traduciéndolos con palabras menos técnicas, puede apoyar en el diseño de dietas basadas en alergias e intolerancias, comprobar las interacciones de los fármacos entre sí para evitar reacciones adversas, escribir artículos con referencias bibliográficas actualizadas, hacer un programa de ejercicio físico adaptado a tu edad y patología, ofrecer soporte psicológico, entre otros usos.
“La IA no sustituirá a los médicos, ya que estos sistemas son capaces de resolver problemas, pero sin consciencia. Lo que sí está claro es que nos permitirá practicar una mejor medicina. La unión máquina-hombre nos puede hacer más eficaces y seguros. Los médicos debemos liderar estos cambios y familiarizarnos con estas nuevas tecnologías”, reflexiona.
Otra investigación liderada por Teresa Guerrero y Cristina Lucio para el Mundo de España indica que, la IA liberará a los profesionales de tareas monótonas como el análisis de imágenes médicas y ayudará a la detección precoz del cáncer de mama, es decir que, las fronteras de su uso se expanden cada día acorde a las necesidades y exigencias de la población y del sector de medicina.
“Estamos a las puertas de una nueva medicina, mucho más participativa, predictiva, preventiva y personalizada, donde el trabajo conjunto entre el personal sanitario y la IA está dando frutos cada vez más significativos; lo que también conlleva una gran responsabilidad, pues este tremendo poder tecnológico tiene que ser usado correctamente. El tratamiento de datos relacionados con la salud de las personas debe realizarse de forma segura, responsable y con ética”, resalta un informe en la Revista Médica Clínica Las Condes de Chile.

Por último, el cardiólogo y genetista, Eric Topol, explica que la IA en la medicina, puede ayudar al personal de salud a leer una radiografía o resonancia magnética, encuentra pólipos durante una colonoscopia, brinda orientación al paciente para una afección como la diabetes o un diagnóstico preliminar de una lesión en la piel, entre muchas otras opciones. Agrega que, con el tiempo la IA se expandirá a diversos campos facilitando el acceso a la información y a la salud, por lo que es un abanico de oportunidades para la ciencia.
“Mis colegas y yo escribimos recientemente una revisión del potencial de la IA multimodal, cuando los datos de muchas fuentes se pueden ingerir y procesar. Nadie ha hecho esto todavía: reunir y extraer el conocimiento de individuos a escala, fuentes de datos que incluyen múltiples biosensores continuos, capas biológicas como el genoma y el microbioma, el medio ambiente y los registros médicos. Eso en última instancia, no solo será alcanzable, sino que permitirá muchas oportunidades, como el entrenador de salud virtual y el hospital en el hogar”, dijo.